¿EN VERDAD LOS CULPABLES DE TODO SON LOS MURCIÉLAGOS? // Desde La Higuera

¿EN VERDAD LOS CULPABLES DE TODO SON LOS MURCIÉLAGOS?


SAÚL CÓRDOVA II

Hoy en día la humanidad está pasando por un escenario apocalíptico, catastrófico y de emergencia mundial. La última vez que el mundo vivió un escenario similar fue en 1918 una pandemia similar a la que se está viviendo hoy en día, en ese entonces fue a causa del virus H1N1 con genes de origen aviar, se estima que se infectaron 500 millones un tercio de la población mundial y al menos 50 millones de muertes.

Pero en la historia de la humanidad han existido otras pandemias a causa de virus o bacterias, en mayor o menor grado, por mencionar otro caso más reciente, está el de la gripe porcina en 2009, a causa de una nueva cepa del virus H1N1 con una cantidad de muertes de 200 mil.

La humanidad se ve rebasada cuando la naturaleza de los virus, de las bacterias y la propia naturaleza de las enfermedades, superan el actuar, el conocimiento, la ciencia y la tecnología con la que se cuenta en el momento de los brotes epidémicos o pandemias.

No existen protocolos de prevención, ni siquiera existen los fondos económicos o un seguro para subsanar las pérdidas catastróficas que una pandemia puede ocasionar y no solo hablando a nivel económico, también pérdidas a nivel social y cultural.

Ante estas situaciones, al ser humano no le queda de otra más que afrontarlo como cualquier otra especie animal, mediante los procesos señalados por Lamarck y Darwin, selección natural y adaptación, o más romántico como lo dirían los psicólogos hoy en día, con resiliencia.

Porque a pesar de que no lo aceptemos, seguimos siendo parte de un todo, somos uno más dentro del planeta tierra, seguimos siendo un elemento más del equilibrio ecológico, los ecosistemas y la naturaleza.

Es por eso que los grandes desequilibrios en la ecología y el medio ambiente también nos afectan, más cuando somos los principales promotores y causantes de esos desequilibrios.

El humano actúa y se rige bajo un sistema económico obsoleto y cruel, la acumulación de riqueza, de capital, ha hecho a la humanidad insensible, ha perdido la razón del verdadero valor de las cosas. «El que tiene dinero vive, pero vive a costa de otros, el que no tiene dinero sobrevive, pero sobrevive para que vivan los otros».

Todo se concentra en metales y papel intercambiables, no importa el costo, si se tienen los metales y el papel, cuando la ganancia es mayor. Así se rige el mundo. No importa devastar selvas, no importa destruir naturaleza, no importa contaminar lagos y ríos, no importa que se extingan especies (sin importar el reino), no importa acabar con civilizaciones ancestrales, sabidurías, culturas, conocimiento, no importa, no importa acabar con la capa de ozono, con los glaciares, no importa el medio ambiente, no importa nada. -Total siempre ha estado ahí, siempre ha existido, dios me mando para poblarla y controlarla y si no, pago a alguien para que lo restaure, es lo de menos – habló un capitalista cualquiera, pero uno de los verdaderos capitalistas, no aquellos que se creen capitalistas y que forman parte de la élite porque tienen 5 tarjetas de crédito y desayunan en starbucks. ¡Ojo! no es mi afán herir susceptibilidades, y si lo hice, no era mi intención ponerles el saco.

A veces nos encerramos en nuestro raciocinio otorgado por el creador para ser superior a las demás especies. Por qué fuimos creados a su imagen y semejanza (no importa cuál, al que le recen) y la tierra nos pertenece, es nuestra. – Y si no fuese así, tengo el capital para comprarla. – Perdón otro capitalista volvió a hablar.

Pido una disculpa a los lectores ya que me he desviado un poco del tema, pero lo hice a propósito, para darle contexto a la lectura, ya que la respuesta a la pregunta se las dejo a ustedes, a su criterio, que opinan al respecto, ¿EN VERDAD LOS CULPABLES DE TODO SON LOS MURCIÉLAGOS?

Yo concluiría diciendo, que capitalistas, perdón, que egoístas nos oímos culpando a los murciélagos, ¿no creen?

Por cierto, no hay evidencia científica que compruebe que el origen del SARS-CoV-2 venga de una sopa de murciélago. Pero si hay evidencia que la fragmentación del medio ambiente y la invasión de nichos ecológicos son una causa importante para desarrollar pandemias. El 80% de las enfermedades zoonóticas (enfermedades que se trasmiten de animales al humano), son amortiguadas por la biodiversidad, ya que en un ecosistema existen patógenos (virus, bacterias, parásitos, priones) conviviendo con las demás especies, pero están diluidos, porque sus vectores (especies transmisoras de patógenos) y ellos mismos están en densidades bajas, ya qué hay una gran cantidad de especies coexistiendo en ese lugar, es decir hay un equilibrio, cuando ese equilibrio se rompe por la mano del humano y se simplifican los ecosistemas, los patógenos oportunistas aprovechan para dispararse y provocar pandemias como la que estamos viviendo hoy en día.

Por eso digo ¡YA DEJEMOS A LOS MURCIÉLAGOS EN PAZ, POR FAVOR!

“NO PUEDE HABER SALUD HUMANA, SI NO HAY SALUD AMBIENTAL”

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